¿Sabías que en el último año se han producido 81.302 divorcios en España? Es una cifra que da mucho que pensar, pero más allá de buscar culpables o motivos del desgaste en las relaciones, conviene conocer qué alternativas legales existen cuando se rompe el vínculo afectivo y la convivencia resulta insostenible.

En este artículo te explicamos con detalle qué hacer cuando se acaba el amor, cuáles son las diferencias entre separación y divorcio, qué procedimiento seguir en cada caso y qué aspectos legales debes tener en cuenta. Todo ello desde un enfoque práctico y legal, para ayudarte a tomar la mejor decisión si estás atravesando una situación de ruptura.

¿Cuáles son las opciones legales cuando termina una relación de pareja?

Cuando el amor se termina y ya no es posible seguir compartiendo la vida juntos, el Derecho ofrece dos figuras jurídicas para formalizar la ruptura matrimonial: la separación legal y el divorcio.

Ambas opciones permiten a los cónyuges poner fin a la convivencia, ordenar sus relaciones económicas y, en caso de que existan hijos, regular sus responsabilidades parentales. Sin embargo, existe una diferencia fundamental entre ambas:

• La separación implica la suspensión de la convivencia y de las obligaciones conyugales, pero no disuelve el vínculo matrimonial. Por tanto, los separados no pueden volver a casarse por lo civil con otra persona.

• El divorcio, en cambio, sí conlleva la disolución definitiva del matrimonio y permite a cualquiera de los excónyuges contraer nuevo matrimonio civil en el futuro.

En ambos casos, es necesario cumplir ciertos requisitos legales. El principal es que hayan transcurrido al menos tres meses desde la celebración del matrimonio. Además, en función de si existe o no acuerdo entre los cónyuges, el procedimiento podrá tramitarse de forma amistosa (mutuo acuerdo) o contenciosa (cuando no hay acuerdo).

¿Qué procedimiento es más rápido y económico?

Una de las dudas más habituales entre nuestros clientes es si optar por separación o divorcio es más ventajoso desde el punto de vista legal, económico y emocional. Y aunque la decisión depende de las circunstancias personales de cada pareja, lo cierto es que el procedimiento más ágil y menos costoso es siempre el de mutuo acuerdo.

Mutuo acuerdo: rapidez, ahorro y menor desgaste emocional

Cuando ambas partes están de acuerdo en romper la relación y pactan las condiciones de su nueva vida por separado, el proceso resulta mucho más sencillo:

• Se redacta un convenio regulador, donde se establecen todos los aspectos relativos a la guarda y custodia de los hijos, la pensión alimenticia, el uso de la vivienda familiar, el reparto de bienes, etc.

• Si hay hijos menores o dependientes, el procedimiento debe tramitarse ante el Juzgado de Familia, que validará el convenio mediante una comparecencia.

• Si no hay hijos menores ni personas dependientes, la tramitación puede hacerse directamente ante notario, lo que agiliza aún más los plazos.

En estos casos, en No Hay Derecho, trabajamos para que nuestros clientes puedan resolver su situación en cuestión de semanas, evitando conflictos innecesarios y protegiendo sus intereses con acuerdos equilibrados y justos. Consulta nuestros servicios de familia aquí.

Contencioso: cuando no hay acuerdo entre las partes

Si no existe entendimiento entre los cónyuges, habrá que iniciar un procedimiento contencioso, lo cual implica:

• La presentación de una demanda judicial por parte de uno de los cónyuges.

• La intervención del juez, quien resolverá sobre todos los aspectos del convenio regulador, desde la guarda y custodia hasta el uso de la vivienda familiar.

• Un proceso más largo, costoso y emocionalmente delicado.

En estas situaciones, contar con el respaldo de un abogado de familia especializado es imprescindible para garantizar que tus derechos y los de tus hijos queden protegidos en todo momento. En nuestro despacho, te acompañamos en cada paso del proceso, velando por tu tranquilidad y tu futuro.

¿Qué es mejor: divorciarse o separarse?

Esta pregunta se repite constantemente en los despachos de abogados: ¿es mejor divorciarse o simplemente separarse? La respuesta depende de diversos factores personales, legales y hasta emocionales.

Hay quienes prefieren iniciar por una separación para tomarse un tiempo y decidir si el vínculo es realmente irrecuperable. Otros, en cambio, tienen claro que lo mejor es romper definitivamente el vínculo y comenzar de cero.

Desde un punto de vista legal:

• La separación no permite volver a casarse, por lo que si tu proyecto de vida incluye rehacer tu vida con otra persona, lo más recomendable es optar por el divorcio.

• Además, muchos trámites posteriores, como herencias o pensiones, pueden verse afectados si el vínculo no se disuelve de manera definitiva.

En definitiva, si no existe posibilidad de reconciliación, lo más práctico y seguro es acudir al divorcio directo. Hoy en día ya no es necesario separarse primero y luego divorciarse; puedes tramitar directamente el divorcio, incluso aunque haya hijos menores.

¿Qué pasa con los hijos en caso de separación o divorcio?

Uno de los aspectos más sensibles y delicados en cualquier proceso de ruptura es la situación de los hijos menores o dependientes. La ley vela por su bienestar y establece ciertos principios básicos que deben recogerse en el convenio regulador:

• Guarda y custodia: puede ser monoparental o compartida.

• Régimen de visitas para el progenitor no custodio.

• Pensión de alimentos: debe garantizar el sustento y bienestar del menor.

• Uso del domicilio familiar: normalmente lo ocupa el progenitor con custodia, aunque hay excepciones.

El interés superior del menor prima sobre cualquier otro en estos procesos, y es obligación del juez garantizar que sus derechos no se vean afectados.

En No Hay Derecho, somos especialmente cuidadosos con los procesos donde hay menores implicados. Diseñamos convenios equilibrados que anteponen su bienestar, evitando situaciones de conflicto y asegurando su estabilidad emocional y económica. Si estás en esta situación, no dudes en contactar con nosotros.

¿Qué pasa con los bienes en caso de ruptura?

Otro punto crítico es la liquidación del régimen económico matrimonial, es decir, el reparto de los bienes adquiridos durante el matrimonio. Las parejas en España pueden casarse bajo distintos regímenes:

• Sociedad de gananciales: los bienes y deudas se reparten al 50 %.

• Separación de bienes: cada cónyuge mantiene la titularidad de lo que haya adquirido a su nombre.

• Participación: menos habitual, permite participar en las ganancias del otro.

En función del régimen elegido, el reparto puede hacerse en el convenio regulador o, si no hay acuerdo, en un procedimiento de liquidación posterior.

En nuestro despacho, no solo te ayudamos a entender tu situación patrimonial, sino que diseñamos estrategias legales que protejan tus derechos frente a una posible mala praxis por parte del otro cónyuge. Si tienes dudas sobre tu régimen económico, puedes consultar este artículo sobre la liquidación de gananciales.

¿Se puede hacer todo el proceso sin ir a juicio?

Sí, siempre que exista acuerdo entre las partes. La vía notarial, por ejemplo, permite divorciarse sin pasar por el juzgado cuando no hay hijos menores y se alcanza un pacto claro. Es rápido, económico y discreto.

Si hay hijos menores, se debe ir al juzgado para que el Ministerio Fiscal supervise el acuerdo, pero si todo está bien redactado, no hay juicio como tal, solo una comparecencia.

En No Hay Derecho, nos encargamos de todo el proceso, desde la redacción del convenio hasta la gestión judicial o notarial, garantizando un procedimiento fluido y sin sobresaltos. Descubre cómo trabajamos en estos casos.

¿Qué hacer si mi pareja no quiere divorciarse?

Muchas personas se sienten atrapadas porque su pareja no quiere firmar el divorcio. Pero es importante saber que el divorcio no requiere el consentimiento del otro cónyuge. Basta con que uno de los dos lo solicite y, tras los tres meses desde el matrimonio, el procedimiento puede iniciarse.

Eso sí, si no hay acuerdo, será necesario acudir a la vía contenciosa, y el juez decidirá sobre todos los aspectos del divorcio.

En estos casos, la orientación de un abogado experto es clave para preparar bien la demanda, recopilar pruebas y negociar en tu nombre. No estás solo. En nuestro despacho, hemos resuelto cientos de casos complejos con resultados muy positivos para nuestros clientes. Te invitamos a concertar una consulta inicial.

¿Cuánto cuesta divorciarse o separarse?

El coste de un proceso de separación o divorcio varía en función del tipo de procedimiento, la existencia de hijos, el volumen patrimonial y si se requiere intervención notarial o judicial.

A modo orientativo:

• Divorcio de mutuo acuerdo: entre 400 y 800 euros por cónyuge (con abogado y procurador).

• Divorcio contencioso: puede oscilar entre 1.000 y 3.000 euros, según la complejidad del caso.

En No Hay Derecho, ofrecemos presupuestos claros y sin sorpresas, adaptados a las circunstancias de cada cliente. Además, facilitamos el pago fraccionado, para que puedas afrontar este proceso sin agobios económicos. Consulta aquí nuestros honorarios.

¿Estás listo para comenzar una nueva etapa?

En No Hay Derecho, somos expertos en la aplicación del Derecho de Familia, especialmente en procedimientos de separación, divorcio, guarda y custodia, y liquidación de bienes.

Nuestro equipo de abogados te ofrece:

• Asesoramiento jurídico completo.

• Redacción de convenios reguladores.

• Tramitación judicial o notarial del proceso.

• Atención personalizada durante todo el procedimiento.

• Defensa de tus intereses y los de tus hijos.

No permitas que la incertidumbre te paralice. Si tu relación ha llegado a su fin, da el paso con seguridad y confianza. ¡Nosotros te ayudamos!

Contáctanos hoy mismo al 676 62 22 36 o envía un correo a info@nohayderecho.com. Estamos aquí para ayudarte a comenzar de nuevo con tranquilidad.

También puedes visitar nuestra web y conocer más sobre nuestros servicios en www.nohayderecho.com.

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Jorge Moreno

Abogado desde 2019, por cuenta propia e integrante del Turno de Oficio desde 2024. Tras trabajar en varios Bufetes, decidí fundar mi propio Despacho de Abogados “No Hay Derecho”, con el objetivo de combinar mi experiencia profesional con un enfoque innovador y adaptado a las necesidades actuales de particulares y empresas.