Reclamación de cantidad

Aspectos Clave Antes de Iniciar una Reclamación

Plazos de Prescripción de las Deudas

El derecho a reclamar una deuda no es indefinido; la ley establece plazos de prescripción que limitan el tiempo en el que el acreedor puede ejercitar su derecho. Según el artículo 1964 del Código Civil, los plazos son los siguientes:

• Deudas generales: 5 años. Esto aplica a la mayoría de los casos, como préstamos entre particulares, servicios prestados o productos vendidos.
• Deudas hipotecarias: 20 años. Este plazo se aplica a las garantías reales inscritas en el Registro de la Propiedad.
• Impagos de suministros (luz, agua, teléfono) o alquileres: Entre 3 y 5 años, dependiendo del caso concreto.
• Impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social: 4 años.

Es importante destacar que enviar una reclamación formal, ya sea mediante burofax o cualquier otro medio fehaciente, interrumpe el plazo de prescripción. Esto significa que el plazo comienza a contarse nuevamente desde el momento de la reclamación, otorgando más tiempo al acreedor para actuar.

Vías para Reclamar una Deuda

En caso de que las negociaciones extrajudiciales no resulten efectivas, la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) ofrece varias opciones para reclamar judicialmente el pago de una deuda:

1. Juicio Ordinario

Este procedimiento se utiliza para deudas cuyo importe supera los 15.000 euros o para aquellas de cuantía indeterminada. Se trata de un proceso más complejo y estructurado, que incluye varias fases:

• Presentación de la demanda, donde se detalla la deuda y se aportan las pruebas.
• Audiencia previa, en la que las partes exponen sus argumentos y se proponen pruebas.
• Juicio, donde se practican las pruebas y se debaten los puntos controvertidos.
• Sentencia, que resuelve el caso.

2. Juicio Verbal

El juicio verbal es un procedimiento más rápido y simplificado, reservado para deudas de hasta 15.000 euros. En este caso, no hay audiencia previa y el juicio suele celebrarse en una única sesión. Además, para reclamaciones inferiores a 2.000 euros, no es obligatorio contar con abogado ni procurador, aunque su intervención es altamente recomendable para garantizar el éxito del proceso.

3. Proceso Monitorio

El procedimiento monitorio es una vía específica diseñada para reclamar deudas que sean claras, líquidas y vencidas. Su principal ventaja es la rapidez, ya que permite obtener una resolución judicial sin necesidad de llegar a juicio, siempre y cuando el deudor no se oponga a la reclamación. Si el deudor no responde, el tribunal dicta una resolución que tiene la misma fuerza que una sentencia judicial.

4. Proceso Cambiario

Este procedimiento está reservado para deudas documentadas mediante letras de cambio, cheques o pagarés. Su principal ventaja es que permite al acreedor solicitar el embargo preventivo de bienes desde el inicio del proceso, asegurando así el cobro de la deuda en caso de sentencia favorable.

Qué Ocurre Tras la Sentencia

Si el procedimiento judicial concluye con una sentencia favorable para el acreedor, el deudor estará obligado a pagar la cantidad adeudada, así como los intereses de demora y los costes procesales, si así lo establece el juez.

En caso de que el deudor no cumpla voluntariamente con la sentencia, el acreedor podrá iniciar un procedimiento ejecutivo para forzar el cobro. Esto incluye medidas como:

• Embargo de bienes inmuebles inscritos en el Registro de la Propiedad.
• Embargo de cuentas bancarias, sueldos o pensiones.
• Subasta de bienes para liquidar la deuda.

Es fundamental contar con asesoramiento jurídico durante esta fase para garantizar que se adopten las medidas más efectivas

Conclusión

La reclamación de cantidad es una herramienta legal esencial para proteger los derechos de los acreedores y garantizar el cumplimiento de las obligaciones económicas. Sin embargo, su éxito depende de una adecuada preparación, una correcta elección del procedimiento y un seguimiento exhaustivo del caso.